Tu mente tu mejor aliado o tu peor enemigo.
Tu estado de ánimo, tu disposición mental puede ser un plus
para tu organismo, esto es ya un hecho, me gusta aquella cita que dice
Tercera ley de Clarke: “Cualquier tecnología
suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.
Ha sido así durante muchos
años, sabemos y vemos por experimentación que algo funciona, pero si no tenemos
los argumentos científicos suficientes lo catalogamos dentro del renglón de la
magia.
En el caso que nos ocupa
durante muchos años se observó el hecho de que las personas que meditaban y
entrenaban su mente, obtenían bastantes beneficios y esto durante mucho tiempo
fue una cuestión de creer, en que funcionaba o no, era más algo de fe que de
ciencia.

Vayamos a lo más básico y el
aspecto primordial, cuando la gente aprende a meditar de forma correcta y
aprende a tener un balance en sus emociones, logra disminuir el Estrés y
resulta que el señor estrés es responsable de que se aumente el Cortisol y la
Adrenalina, y ambos terminan dañando tu cuerpo.
De donde vemos que la mente
juega un papel importantísimo en nuestra salud diaria, independientemente de
tener una alimentación adecuada a nuestro ritmo y forma de vida, y hacer algo
de ejercicio compatible una vez más con nuestros hábitos, si no estás en armonía
con tu mente, tu mente puede jugarte muy malas pasadas.
Como puedes empezar a
ayudarte a encontrar ese balance, no necesitas ir al otro lado del planeta y
sentarte con un monje tibetano (que sería una experiencia muy interesante, por cierto)
pero para empezar en este camino, todo lo que necesitas lo tienes a la mano.

Uno de ellos es el
imaginarte que estando sentado el agua comienza a cubrir tu cuerpo, poco a poco
hacia arriba , hasta estar totalmente cubierto por el agua, enfócate en tu respiración
de una forma sencilla y no obsesiva, simplemente enfócate en tu respiración ,
llegaran distintos pensamientos de todo tipo desde preocupaciones del trabajo ,
hasta situaciones de tu vida familiar , no te preocupes simplemente déjalos
pasar y no te detengas en ellos , sigue concentrándote simplemente en tu respiración.
Ves que sencillo es empezar
a buscar el balance y la armonía de tu cuerpo y tu mente, más adelante daremos
ejercicios más avanzados para que tu mente ayude a curar a tu cuerpo.